El millón largo de estudiantes matriculados y el fuerte crecimiento de la oferta, especialmente en el ámbito privado y concertado, son la expresión más clara de una transformación en el ámbito de la Formación Profesional como nunca antes desde su creación en España. Pero este éxito parece contrastar con las dificultades que, al menos los centros públicos de FP tendrían para acordar con las potenciales empresas las prácticas de sus estudiantes.