El Pleno del Senado aprobó definitivamente este miércoles-con el único rechazo del PP- la Ley de Formación Profesional, impulsada por el Ministerio de Educación con la aspiración de reducir el paro juvenil y estrechar el vínculo entre los centros educativos y el tejido productivo. El Congreso de los Diputados ya dio luz verde a la norma en diciembre, por lo que el texto culmina aquí su camino parlamentario y entrará en vigor a los 20 días de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para que se pueda ir implantando de forma progresiva.
«Es una ley estratégica y es un proyecto de país», destacó la ministra de Educación, Pilar Alegría, durante su intervención al finalizar el debate. «Nuestro país tenía una deuda histórica con la Formación Profesional», subrayó, poniendo en valor a los más de un millón de jóvenes que se matricularon este año en esta alternativa educativa. Es a esos jóvenes, según aseveró Alegría, a quien atenderá fundamentalmente la norma. «Porque la FP les va a facilitar una formación de calidad, que les va a abrir la puerta a un futuro empleo, digno, bien remunerado y, por tanto, de calidad», señaló.