La inercia del calendario empresarial convierte septiembre en un momento decisivo para la planificación y ejecución de programas de formación bonificada para empresas. Con el cierre del ejercicio cada vez más próximo, muchas organizaciones reactivan sus planes formativos con el objetivo de maximizar el uso del crédito asignado para formación programada por las empresas, evitando así la pérdida de recursos formativos no utilizados.